Hoy me ha llegado un mail maravilloso que copio a continuación. Lo escribe un familiar de uno de los escritores de este blog, que por motivos evidentes permanecerá en el anonimato. Muestra muy bien el alcance impredecible que tienen vuestros pensamientos.
Me encanta que este pequeño proyecto crezca con este tipo de aportaciones. Eso sí, sólo puntúan las entradas de los alumnos, que si fuera por los padres alguno ya tendría matrícula de honor...
D. Javier
La mera curiosidad fue lo que me hizo empezar
a seguir este blog hace menos de un mes. No quiero aburrir a nadie explicando
cómo llego a mis manos, pero sí diré que lo primero que vi -una especie de
declaración de intenciones del profesor en versión cita de Miguel Ángel- me
pareció un poco… cómo decirlo, ¿ostentoso?, ¿flipado?... Pero según avanzaban
los días e iba leyendo más, lo he ido entendiendo y ahora incluso me hace
gracia.
Las personas que leemos el periódico cada día
–por lo visto, cada vez somos menos- podemos llegar a tener la sensación de que
no se puede conseguir nada sin doparse o ser corrupto. Sin embargo, conocer las
reflexiones de estos Cicerones de 16
años resulta de lo más animante; incluso cuando la falta de tiempo impone una
lectura un poco diagonal.
He de reconocer que a veces me han chocado expresiones
como “la cuidadora”, que en pleno siglo XXI alguien sea capaz nombrar 20 marcas
extranjeras que utiliza en su día y ninguna de ellas sea “made in China” o que
un chaval de 16 años conozca y aprecie el gel Moussel de Legrain. Es que a veces se me olvida que son alumnos de
Retamar…
También he sufrido alguna que otra decepción,
cuando al leer con entusiasmo alguno de los post se lo he contado al que tenía
al lado (que por supuesto alucina de que siga algo así) y con cara de incrédulo
me ha dicho: “eso es de un corto”, “lo leí no sé donde” o “es más viejo…”
Escribo este post sin intención de ofender a
nadie; más bien para agradecer a los autores que compartan estas reflexiones, a
veces triviales y a veces profundas, que sirven para sentirse identificado o
para comprender mejor al que uno tiene al lado.
Por ejemplo, me encantó leer la reflexión
sobre los pensamientos de Andrés, al que no conozco de nada, porque a mí me
pasa todo lo contrario. Créeme Andrés, la mayoría de las veces es mejor saber
callarse que pasarse hablando.
Como no os conozco en persona no puedo
deciros todas las cosas que se me ocurren según os voy leyendo: le diría alalumno enfurecido que 0,05 puntos tampoco son para tanto (que aprenda del que
dice que hay que “aflojarse la corbata”); a Fernando que me encantaría ser de
su equipo sólo por el sentido del humor con el que se toma la vida y al de losbocadillos del recreo que se moje y diga a qué grupo pertenece él mismo, ¡si
no, no vale hablar del resto!
Como yo me estoy “aprovechando” un poco de
vuestros pensamientos, me gustaría dejar uno mío por si a alguien le sirve: Que
de todo esto lo más importante es la actitud de Pensar, y que ojalá sigáis
siendo así de reflexivos el día que se acabe la adrenalina que da el saberse
leído, comentado o potencialmente puntuado con 0,25.
Muchas gracias caballeros, están siendo
ustedes unos compañeros de RSS muy simpáticos.
Fdo. Bloguer@ agradecid@
P.d. Después de estas
semanas todavía no sé si amar u odiar a Jimi Hendrix, así que mientras me decido dejo aquí la canción que yo
pondría de banda sonora de “Talento en bruto”; pero como este en un blog donde
caben todas las opiniones que cada uno elija la suya: