jueves, 24 de enero de 2013

Creatividad en peligro.

Creatividad en peligro

Dicen que los seres humanos funcionamos por incentivos. Quiero exponer un caso, y si vosotros estáis de acuerdo con esta cuestión planteada, haceros ver que no es así.

Éste experimento se llama ''el problema de la vela'', probablemente algunos hayan oído hablar de el, ya que fue creado en 1945 por un psicólogo llamado Karl Duncker. Éste experimento consiste en lo siguiente: Supongamos que soy el experimentador y los meto en una habitación, les doy una vela, algunas chinchetas y unas cerillas. Les digo: ''Su trabajo es tratar de fijar la vela a la pared de tal modo que la cera no gotee sobre la mesa''. ¿Usted que haría? Algunos empiezan a tratar de clavar la vela a la pared con las chinchetas, y ven que no funciona. Otros tienen la gran idea de encender una cerilla, tratar de derretir el lado de la vela e intentar pegar la vela a la pared. Es una estupenda idea, pero no funciona.


Finalmente después de unos 5 ó 10 minutos las personas llegan a la solución que pueden ver en la imagen de la derecha. La clave esta en clavar la caja a la pared, pero la gente solo ve la caja como un envase donde depositar las chinchetas, no miran mas allá.

Ahora quiero enseñarles lo que hizo un científico llamado Sam Gluckberg, usando el problema de la vela para demostrar así el poder de los incentivos. Reunió a sus participantes diciéndoles ''Voy a cronometrar con qué rapidez son capaces de resolver este problema''. Los dividió en dos grupos. Al primer grupo les puso como norma hacerlo antes que los promedios en los que se resuelve el problema. Al segundo les ofreció 5$ si se encontraban entre el 25% de los más rápidos en resolverlo, pero si uno era el más rápido de todos los que estaban aquel día ahí le daba 25$ (una gran suma de dinero por el poquito tiempo que iban a trabajar, así que se trata de un buen incentivo). Pregunta: ¿Con qué rapidez creen que resolvieron estos chicos el problema? Respuesta: Tardaron en promedio 3 minutos y medio más. Esto no debe funcionar así ¿verdad? Si quiere que la gente rinda mejor los recompensa ¿No? Incentivando a la gente, así es como funcionan las empresas de hoy en día.

Estos experimentos funcionan para algunos casos como este, en los que las reglas son sencillas, pero en otros casos lo que hace es entorpecer la mente. Esto se debe a que cuando nos incentivan, nosotros miramos puntos de vista que tenemos justo delante de los ojos, cuando en realidad necesitamos puntos de vista que están más abiertos, más hacia los extremos. Ese mecanismo de ''recompensa o castigo'' no funciona siempre e incluso a veces perjudica. Este experimento de premios se ha hecho en los países occidentales y siempre a mayor recompensa, peor resultado. Entonces se traslado a paIses subdesarrollados, ¿Y qué pasó? Exactamente lo mismo. Si queremos salir de este desorden económico, necesitamos una perspectiva nueva para desarrollar la creatividad. Necesitamos un sistema que gire entorno a: Autonomía, maestría y propósito.

Es entonces cuando os pongo un ejemplo muy cercano, el ejemplo de Microsoft. A mediados de los años 90, Microsoft empezó una enciclopedia llamada Encarta. Habían implantado todos los incentivos correctos. Pagaron a profesionales para escribir y editar miles de artículos, además de gerentes para asegurarse de que saliera todo a tiempo y dentro del presupuesto. Unos años más tarde se empezó otra enciclopedia, de diferente modelo. Una enciclopedia en la que la gente participaba porque quería hacer algo mejor. La gente dirá que esto no es posible, sin dinero por recompensa o algo, pero no es así, sino ¿Cómo explicamos la aparición de Wikipedia? Es aquí donde viene la mejor parte, la ciencia confirma lo que nosotros ya sabíamos frente a lo que las empresas dicen y la ciencia demuestra. Tenemos que dejar atrás esa ideología de ''recompensa y castigo'', podemos resolver miles de esos problemas de la vela que nos encontramos en la vida misma, y hasta puede ser que cambiemos el mundo. No dejéis que vuestra creatividad se obstruya, no busquéis la recompensa monetaria, sino la recompensa gratificadora.

Borja O.

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