Yo estoy completamente convencido de que en esta vida solo hay tres personas: las que estudian para los exámenes como si no hubiera mañana, las que estudian el día antes, y las que no estudian pero les da lo mismo.
Ahora llega el momento en el que un alumno decide sacar una chuleta encontrándose cara a cara con la pregunta de ¿dónde pongo la chuleta? Hay quien piensa que el mejor sitio es entre las piernas, hasta que te mira el profesor con esa mirada intimidante, cuyo efecto es que adoptes una pose de estreñimiento agudo para intentar ocultar la chuleta, y seamos realistas, los profes no son idiotas...
Luego tenemos el magnifico sitio de situar la chuleta debajo de tu examen, maravillosa idea hasta que el profesor empieza a darse sus rutinarios paseos por la clase. Es entonces cuando no sabes qué hacer con esa chuleta, y rezas todo lo que sabes para que no haga pausa en tu sitio.
Mientras el profesor se da vueltas, no hay cosa que moleste más que te lean las respuestas que estas escribiendo en la hoja de examen, es el momento más incomodo del mundo, y sobre todo si eres del segundo o tercer caso de alumnos...
Prácticamente el día de un examen para un alumno que no ha estudiado o lo lleva poco preparado es un día insufrible, y lo que no hacemos es darnos cuenta de lo importante que resulta llevar todo al día para nuestro futuro, porque nos encontramos en una situación bastante complicada donde solo conseguirán prevalecer los que más destaquen de las promociones, y solo quiero intentar concienciaros de lo importante que es que estudies, ya que si no lo hacéis en un futuro no muy lejano os acabareis arrepintiendo de no haberlo hecho.
Ante todo, si estudiáis día a día las cosas, evitaréis llegar a esta situación.
Borja O.
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