En esta primera entrada voy a hablar de las contradicciones que se producen en las paradojas.
Es conveniente conocer el principio de no contradicción para ver qué problemas se presentan, pero no es necesario. Éste dice que una cosa no puede ser de dos maneras al mismo tiempo y en el mismo sentido. Poniendo el ejemplo típico, una puerta no puede estar abierta y cerrada a la vez.
Sobre este principio se asienta la lógica, y en consecuencia, las matemáticas, la física y todas las demás ciencias. Es el principio del pensamiento humano, innegable y de máxima importancia.
Conociendo todo lo anterior, observemos la siguiente imagen, ¿qué está pasando?
No se sabe bien si tiene tres puntas o dos. ¿Pero qué diríais? ¿Cumple el principio de no contradicción? Aun así, es un ejemplo poco claro, porque nunca se daría en la realidad.
Pasemos a otro caso. Si digo: "Esta frase es mentira". ¿La frase anterior es verdad o mentira?¿O las dos a la vez? Si la frase es mentira, es mentira que es mentira, luego es verdad. Si es verdad, es verdad que es mentira y entonces es mentira. Otro ejemplo: ¿Qué pasaría si Pinocho dijese: "Mi nariz crecerá ahora"?
Estos casos se llaman paradojas o aporías. Podría poner bastantes más, porque no faltan paradojas a lo largo de la historia. Sin embargo, es suficiente con estas para dudar del principio de no contradicción.
Me gustaría que todos aquellos lectores que sean fuertes defensores del principio de no contradicción, se lo planteen dos veces, y si siguen convencidos, que lo defiendan.
"La única forma de encontrar la verdad es en uno mismo". René Descartes
Jorge P.
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