Damos comienzo a los blogs de 2013 y qué mejor forma que hacerlo con polémica. Esta tarde hemos presenciado cómo un partido se decidía por un error arbitral (y del árbitro no quiero hablar que bastante ha tenido el pobre...). Álvaro G. nos ha recordado -no sé si con intención o sin ella- que la mano de Dios es un arma poderosa y efectiva. Inmediatamente se ha suscitado la polémica, los gritos y los comentarios, que por cierto todavía continúan.Y ahora que han pasado unas horas uno se pregunta ¿merece la pena ganar así?
No estoy tratando de decir que los del D sean unos tramposos. Está fuera de toda duda que no han ganado así porque esa sea su estrategia. Sencillamente la suerte cayó de su lado. En este sentido se entiende que el título de esta entrada tiene mucho de reclamo publicitario.
Pero volvamos al tema, ¿no es cierto que ganar haciendo trampas no merece la pena? Cuando uno compite, ¿lucha por un trozo de metal o por el honor de ser el mejor practicando una actividad? Los pragmatistas, que piensan que lo importante es ganar a toda costa, sin duda se sentirán satisfechos por el triunfo del D. Ahora bien, la victoria que han conseguido tiene el mismo mérito que el de un niño que gana al ajedrez a su hermano pequeño haciendo trampas. Los del D han ganado el partido, pero han perdido su honor por haber ganado de esa manera.
Los auténticos deportistas y aficionados al deporte -tanto del D como del resto de clases- saben que hoy no ha habido un vencedor en el campo. Queda saber qué es lo que piensan los "ganadores" del partido. Queda saber si de verdad están contentos con la victoria obtenida o reconocen que necesitan otros 90 minutos para saber quién es el mejor en el campo.
Javier G.
P.D: no recomiendo escribir sobre temas futbolísticos, salvo que vayan más allá del fútbol.
Quisiera comentar esta entrada dando a conocer mi punto de vista.
ResponderEliminarPara empezar, soy del D. Y esto le hará pensar: "Seguro que está a favor del gol". Bueno, digamos que si.
Lo del pasado viernes fue uno de esos momentos en lo que el hombre, en un principio razonable, pierde los papeles por el simple hecho de ver que alguien ha hecho lo que él mismo no puede por la simple razón de que a él le está prohibido.
El gol de mi compañero fue tan injusto como
todos dicen y es algo que acepto. Lo que quizás me "irrite" de esto es imaginarme a un jugador del honorable y justo B protagonizando una acción semejante. ¿Cómo actuaría? ¿Cómo?
"El que esté libre de pecado, que nos tire la primera piedra"
La polémica es parte del fútbol, a veces te beneficia a veces te perjudica, todos lo sabemos.Sin embargo, me atrevo a decir que éramos claros favoritos para ganar el partido.En caso de duda, estaríamos dispuestos a demostrar, cuando y donde quieran, que el fútbol de "los del D" es, sin duda, el más limpio, honesto y deportivamente superior, que en estos momentos se practica.
ResponderEliminar¡Hala 1ºD!