martes, 19 de marzo de 2013

Crisis de valores

Crisis de valores

Durante la jornada 28 de la Liga BBVA, disputada el pasado fin de semana, tuvo lugar el derbi gallego. El Deportivo se impuso por un holgado resultado al equipo rival. A priori, pareció ser un partido bonito que se resolvió gracias a dos golazos del cuadro herculino. Sin embargo, lo que sucedió realmente va más allá de los aspectos futbolísticos.

Todo comenzó unas horas antes de que diera comienzo el encuentro. Hugo Mallo, defensa celtista sancionado para jugar contra el Deportivo, se fotografía junto a un cartel de "se vende" en el que aparece el escudo del equipo rival junto a una bandera portuguesa. Este acontecimiento no tuvo otra repercusión que caldear el ambiente de un partido de alto alto riesgo y aportar un plus de motivación a la escuadra rival. Actitud absurda que fue recriminada por su compañero de equipo Mario Bermejo al término del encuentro: "Ahora Hugo Mallo tendrá que asumir todas sus gilipolleces"

No obstante, faltaba por producirse un acontecimiento que marcaría el encuentro y sentenciaría al Celta de Vigo. Tuvo lugar a mediados de la primera mitad con el Deportivo por delante en el marcador: tras una oportunidad errada, Iago Aspas, estrella celtista, pierde los papeles y le receta un cabezazo a Marchena. Evidentemente Aspas fue expulsado por el colegiado, dejando a su equipo con uno menos frente a la furia y el hambre de victoria del equipo rival que culminó con la estrepitosa derrota.

En resumen, el Deportivo ganó fácilmente al Celta gracias a un par de goles de bandera y un gran partido, pero sobretodo, gracias a su clase en contra de la crisis de valores producida en el Celta.

Este partido puede tomarse como una analogía de la sociedad española de hoy en día, la cual se haya sumida en una crisis de valores. Hemos perdido las buenas costumbres del pasado y nos hemos abandonado a la vagueza y al buen vivir. Continuamos realizando las actividades que nos marcan como buenos españoles como son la siesta, la fiesta y la vida bohemia. Sin embargo, nos encontramos en tiempos difíciles y está muy bien realizar estar actividades pero de forma paralela debemos trabajar para sacar esto adelante. Por nuestro bien debemos mantener la máxima categoría, o lo que es lo mismo la UE, y no bajar a segunda.

En conclusión, la sociedad española es como el Celta que debido a su crisis de valores es incapaz de competir con otros países, a no ser que cambie el chip, y por ello se encuentra donde se encuentra a expensas de que los tiempos cambien en lugar de cambiarse a sí misma.


Gonzalo Pr.

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