Lo que pueda salir mal, saldrá mal
Son las doce y cuarto de la noche y acabo de descubrir que todo lo que puede salir mal sale mal. Después de haber estado toda la tarde con el trabajo del BI de matemáticas y terminarlo como un campeón a las 12 ( digo esto porque otros se quedan hasta las tres verdad Prado), me dispuse a imprimirlo.
Después de esto, se lo llevé a mi padre para que le echase un vistazo. Lo leyó y me corrigió un par de cosas. Con esto, me lo mandé otra vez a mi email para volver a imprimirlo. Encendí la impresora... y empezó todo. En primer lugar no había tinta. Encendí el ordenador y se bloqueó. Así que le pedí el suyo a mi hermana. Lo enciendo me meto en mi email, descargo el trabajo y ... adiós. Se queda sin batería. Tras cinco minutos buscando el cargador, lo conecto y por fin lo imprimo. Pero...espera. ¡He imprimido la versión antigua como un borderline! Vuelvo a descargarme la nueva y ya sí, la imprimo y termino de una vez por todas el trabajo. La ley de Murphy existe. Pero yo creo que Don Javier y Beneyto me darán una alegría y publicarán esto.
Enrique L.
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