En esta entrada me dedicaré a tres cosas: la primera es alabar al fútbol (este tema no lo ha tocado casi nadie), la segunda es a criticar a la guerra y la tercera es aclarar el verdadero significado de la Navidad (llego un poco tarde, lo sé). Os preguntaréis como puedo realizar una entrada comentando estos dos temas a la vez. Os diré que la mejor manera es con una historia, real a ser posible. Aquí la tenéis.
Nos hallamos en 1914, en Ypres, Bélgica. Las tropas alemanas avanzan incansablemente y las fuerzas aliadas hacen lo posible por contener al ejército germano. Los soldados alemanes disparan contra las trincheras, que están repletas de soldados británicos. El campo de guerra está destrozado, los soldados cansados de tanta muerte y el frío acecha. Entonces llegó la Navidad.

Cuando los altos cargos del ejército oyeron esta historia, mandaron a sus soldados dentro de la trinchera. Quién confraternizase con el enemigo sería acusado de traición y sería posteriormente ejecutado. Intentaron borrar todo rastro de la historia, pero fue pasando de boca en boca en boca, hasta nuestros días.
Me parece una historia digna de figurar entre los momentos más emocionantes de la historia. Una historia capaz de demostrar que el ser humano es bueno, que no todo son guerras y destrucción. Esta historia nos muestra que es el fútbol, es un deporte, es para pasarlo bien y hacer amigos, para disfrutar. Esta historia nos muestra la dureza de la guerra, de la que los soldados quieren salir de cualquier forma. La guerra es el peor de nuestros males, y es mala tanto para el vencido como para el vencedor. Por último, esta historia nos muestra el verdadero significado de la Navidad. Generosidad, caridad y piedad. Ojalá fuera siempre Navidad.
Fernando V.
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