Un hombre se encontraba cenando en una trinchera con unos compañeros de la milicia. De repente, como él mismo relató años más tarde, escuchó una voz que le decía "Levántate y aléjate". Él lo hizo, y cuando había avanzado 20 metros, un obús cayó en la trinchera y mató a todos sus compañeros. Ese hombre se llamaba Adolf Hitler.

En una conferencia, un tirador apuntó a las dos personas que estaban hablando. Decidió disparar al más alto, pero la bala se desvió matando al otro hombre, el alcalde de Chicago. El hombre alto se llamaba Franklin Delano Roosevelt.
Imaginaos qué diferente sería ahora mismo el mundo si éstos sucesos hubieran variado lo más mínimo… Y es que un instante puede marcar la diferencia.
Juan R.
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