miércoles, 13 de marzo de 2013

Un instante puede marcar la diferencia

Un instante puede marcar la diferencia

Un hombre se encontraba cenando en una trinchera con unos compañeros de la milicia. De repente, como él mismo relató años más tarde, escuchó una voz que le decía "Levántate y aléjate". Él lo hizo, y cuando había avanzado 20 metros, un obús cayó en la trinchera y mató a todos sus compañeros. Ese hombre se llamaba Adolf Hitler.

En Nueva York, un hombre inglés iba a cruzar el paso de cebra y se confundió de lado al mirar antes de cruzar, mirando a la derecha en lugar de a la izquierda. Cuando empezó a cruzar, le agarraron por detrás y tiraron de él un instante antes de que un coche pasara a toda velocidad. Ese hombre se llamaba Winston Churchill.

En una conferencia, un tirador apuntó a las dos personas que estaban hablando. Decidió disparar al más alto, pero la bala se desvió matando al otro hombre, el alcalde de Chicago. El hombre alto se llamaba Franklin Delano Roosevelt.

Imaginaos qué diferente sería ahora mismo el mundo si éstos sucesos hubieran variado lo más mínimo… Y es que un instante puede marcar la diferencia.

Juan R.

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