jueves, 14 de febrero de 2013

El juego

El juego:

Una de las actividades ociosas que predominan en el mundo actual es el juego. Esta puede resultar tremendamente beneficiosa o perjudicial. Y aunque el caso más repetido suele ser el del fracaso, la demanda del juego nunca se reduce.

¿Pero por qué nos resulta tan atractivo el juego?

La respuesta a esta pregunta puede parecer muy compleja, de estas que se debaten en una clase de filosofía, sin embargo, es muy simple: tenemos idealizado el juego.

¿Cuántas películas de casinos y de apuestas habremos visto en total en nuestra vida? Todas estas películas se caracterizan porque siguen el mismo esquema:
-Primero el protagonista, un dotado jugador, acude al casino una noche y sufre grandes pérdidas.
-Luego, practica sus tácticas durante todo el nudo de la obra.
-Por último, la obra acaba con una mano providencial del jugador que desbanca al casino.
Por eso nosotros, la gente cotidiana, cuando jugamos a un juego de azar y tenemos una pérdida importante no nos afecta en absoluto, porque confiamos en recuperarlo como sucede en las películas.

No obstante, el 99% de los casos no recuperamos nuestra perdida. También otro caso muy frecuente en el juego es comenzar de una manera imparable, pero, llevado por la euforia, no consigues controlar tus emociones y acabas perdiéndolo todo. Estos casos se pueden explicar con un poco de matemáticas:

Nosotros cuando apostamos lo hacemos de forma aleatoria, es decir, no seguimos ningún patrón (aspecto que nos diferencia de los grandes jugadores, principalmente chinos, que están calculando patrones y posibilidades durante toda la partida) . De hecho los resultados, como se estudia en probabilidad, al principio siguen un orden determinado dentro de unos limites, es decir, los resultados que se darán al principio se encontraran acotados dentro de un espacio más o menos estrecho. Sin embargo cuando los resultados tienden a infinito aparece una asíntota en "0" por lo que los resultados resultan ser totalmente aleatorios y por lo tanto imposibles de intuir.

Por eso nosotros hagamos lo que hagamos, como apostamos de manera aleatoria, acabaremos arruinándonos. Puede que comencemos ganando o perdiendo, pero el final es siempre el mismo. No obstante no estoy diciendo que sea imposible ganar dinero en un casino, de hecho muchas veces se gana, pero si dejamos que la ambición nos ciegue siempre acabaremos igual.

Como conclusión personal respecto a este tema podría decir que el juego es una actividad buena y de la que se pueden obtener beneficios, pero que tiene un peligro enorme ya que juega con nuestras emociones, las cuales si no las controlamos pueden ser nuestra perdición y se acabaría cumpliendo la famosa frase: "la banca siempre gana"

El caso más famoso es el del entrenador de fútbol Luis Aragonés, quien nunca se retira del deporte porque todo lo que gana en él, lo pierde en el juego.

Gonzalo Pr.
















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