Los alumnos empollones
no se aflojan los botones.
Los menos aplicados
del colegio estamos cansados.
Dos vías de afrontar
cada dia de la semana
la de unos no está mal
la de otros no es tan sana.
El lunes con ojos cansados,
el alumno llega sediento,
de materia que aprender,
o de al profe echar un tiento.
El martes se empieza a pensar,
a reflexionar o a malograr.
Cuatro días por delante,
de ese agobio denigrante.
El miércoles es la mitad,
destrozados llegan algunos,
pues el finde se muestra lejos,
de cualquier otra realidad.
Jueves para algunos,
lo que el martes para otros.
Ya solo nos queda un día
para visitar la abacería.
Por fin el viernes llegó,
este dia nada te importa,
solo quieres que esa noche
por nada se te quede corta.
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