
¿Es necesario que nos invada el mal para que sepamos que ya tenemos demasiado mal a nuestro alrededor?
¿Es necesario que nos invada el mal para darnos cuenta de que no importa el color de la piel, ni las creencias religiosas ni las políticas?
Ante los ojos de nuestros invasores, todos seríamos iguales, exactamente iguales, y quizás el problema es que realmente lo somos pero no queremos verlo.
"Las guerras seguirán mientras el color de la piel siga siendo más importante que el color de los ojos." (Bob Marley)
Luis S.
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