jueves, 28 de febrero de 2013

No por curiosidad

No por curiosidad:

Seguramente lo primero que le venga a la mente a cualquier persona cuando oye esta palabra es la mítica frase: "La curiosidad mató al gato". Pero, ¿cómo puede ser que algo tan simple como la curiosidad haya dado lugar a una de las frases más conocidas entre españoles?

La curiosidad ha sido, si no es el único, el mayor motor de descubrimientos científicos en la historia de la humanidad. Sin ella no podríamos estudiar nada, cosa que alegraría a más de uno, ya que la típica frase de queja en clase cuando se nos enseña algo nuevo es: "Y quién le mando a este tipo ponerse a investigar sobre esto". Aunque en más de una ocasión lo aprendido puede ser bastante interesante.

Eso sí, hay que hacer una gran distinción entre curiosidad y el cotilleo, ya que son dos conceptos completamente distintos. A pesar de que los dos son el deseo de conocer algo nuevo, el primero tiene fines de desarrollo y mejora, mientras que el segundo solo se centra en fisgar en asuntos ajenos. Siempre es agradable tener a un amigo curioso ya que a la vez de que él descubre cosas tú consigues adquirir mayor conocimiento.

El problema viene cuando cogen a ese amigo curioso con dudas existenciales que tienes y te lo cambian por la persona más cotilla en la tierra. O así es como tú lo clasificas desde el primer día, ya que a pesar de no haberle contado nada de tu vida él se la sabe segundo a segundo. Lo preocupante es que a pesar de deshacerte de esa persona, él siempre irá a otra y así continuamente hasta el fin de sus días.

Así que dejemos de ser cotillas y meternos en lo que no nos conviene, ya que seguramente no fue la curiosidad lo que mato al gato, sino el ser cotilla.

Andrés B.

No hay comentarios:

Publicar un comentario