sábado, 23 de febrero de 2013

La otra cara del progreso

La otra cara del progreso

Cuando pensamos en China nos pueden venir diferentes ideas a la cabeza, una de ellas el asombroso crecimiento del gigante asiático que, en unos años, será la primera potencia mundial.



Al ver esta imagen pensé que se trataba de una mañana de niebla, pero me equivocaba. Esta fotografía está tomada en Linfen, China, la ciudad más contaminada del mundo. Algunos la llaman "La ciudad sin sol" ya que apenas se puede ver un par de días al año. Una esperanza de vida de sesenta años, una tasa altísima de nacimientos con malformaciones y una visibilidad casi nula lo demuestran.   

China quiere producir más, vender más, crecer más, pero ¿a qué precio?. Catorce de las veinte ciudades más contaminadas del mundo están en China. Linfen, rodeada por decenas de fabricas y minas es una prueba evidente de la ambición del régimen chino, su ansia de riqueza. Parece ser que para los gobernantes del país la vida humana vale poco y es reemplazable, y cuidar del medio ambiente algo inútil.  Y no son los únicos, ni mucho menos. Muchos países en vías de desarrollo como India, Brasil o Indonesia crecen a un ritmo espectacular a costa de arrasar con los recursos naturales. Además, muchas multinacionales sin escrúpulos hacen lo propio con tal de obtener beneficios. Parece que no acabamos de creernos que si seguimos así, estamos abocados al desastre. Entre todos, poco a poco vamos acabando con nuestro planeta.
"Donde se acomoda la usura, nacen la ambición y el poder, y este germina en la tierra, que agoniza por interés" Mägo de oz
Álvaro E.

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